viernes, 16 de agosto de 2019

ORIHUELA-CARAVACA, CARAVACA-ORIHUELA


¿Locura o pasión? En todo caso evasión. Evasión en algunos momentos especiales, te levantas, miras a derechas, miras a izquierdas y sientes la necesidad de escapar, de perderte, aunque solo sea durante unas horas o unos días, de todo y de todos.
A veces, desde lejos, se ven las cosas más claras o simplemente, de otra manera.
En esta ocasión, esta, nuestra gran pasión, nos sirvió de excusa para protagonizar una de nuestras mayores locuras, de nuestras mayores evasiones.
Sexagenarios, Agosto, desiertos murcianos, más de 40º, ¿miedo?, pues NO, vamos que nos vamos. Teléfono, llamo, ¿Carlitos nos vamos?, respuesta “vámonos” y nos fuimos.
Comienza la aventura, empezamos tarde, no importa, ochenta y cinco primeros kms, Niño de Mula; en este punto y viendo la hora, 16:30 h, hay que comer, no hay mucha hambre, a pesar de las ganas que teníamos de hacerlo en este punto, hoy el calor ha ganado la partida y estos dos “almorzadores” se conforman con un gazpacho andaluz fresquito y un salmorejo, otra cosa no entra. Toca descanso, que aprovecho para intentar arreglar los pinchazos que nos han estado castigando durante esta parte del camino, nada, al final creyendo haberlo arreglado reanudamos el camino.
Solo quedan los últimos cuarenta y cinco km, llamamos a la hospedería, tienen que estar antes de las veinte dos horas, “joder”, el terreno ayuda, nada que ver con lo que llevamos recorrido, “verde que te quiero verde”. Llegamos, son las veintiuna y quince minutos, ducha y a cenar, nueva decepción, el cuerpo no admite comida, o casi, ¿Cuándo un almorzador ha dejado comida en el plato?, demasiada agua, cocacola y cerveza, han dejado nuestros estómagos “un poquito perjudicados”. Última acción del día, paseo y a descansar.
Amanece y como casi siempre, me sorprende despierto. Aprovecho para dar un paseo, me cruzo con grupos de ciclistas que se reúnen para practicar este deporte, también pasión, hablo con ellos y les pregunto por un taller de bicicletas, tengo pendiente la reparación de la rueda delantera, también dar aire al amortiguador de mi montura, siguiendo los consejos del maestro “Manolo Guijarro”, que, consultado por teléfono, me dio la solución a uno de los problemas que nos encontramos por el camino y como no,  comprar alguna cámara de repuesto, no podemos ir sin ella. Vuelvo, nos disponemos a desayunar, buen desayuno, nos cambiamos y comenzamos la vuelta, claro está pasando por el taller de bicicletas. Sorpresa BICICLETAS GUIJARRO. Hoy es sábado, abren tarde, pero al final abren, nos atienden muy bien y nos solucionan el problema, comenzamos, ahora sí, el camino de regreso a Orihuela.
Ciento veinte km, nos esperan y la previsión meteorológica no es muy halagüeña, calor, calor y más calor. Bullas y el GPS, nos confunden, o quizás nosotros no supimos interpretar los datos mostrados, sin darnos cuenta estamos en la autovía; tiramos por la calle de en medio, dos km por ella y nos salimos para llegar al Santuario del Niño de Mula. La comida, al igual que la jornada anterior, el calor no te hace desear nada más, repetimos menú.
Descanso a la sombra y continuamos ruta. Noche cerrada, Murcia nos recibe y una triste ensaladilla y una cervecita, nos hace recuperar las fuerzas suficientes para comenzar el último tramo de nuestra aventura. Veinticinco km y estaremos en Orihuela. Largos y oscuros veinticinco km, pero, como todo en esta vida, se acaba. Orihuela, coche y a casa.
Reflexión, camino de casa en el coche, ¿locura o pasión?, en todo caso “EVASIÓN”.
Besitos y abracitos para todos/as.

Preparados, listos, ya,
comienza la aventura 



Saludando a la sardina, primera parada Murcia


Y tuvimos mas paradas, claro que si, algunas
no tan agradecidas



El paisaje va cambiando, padalada a pedalada


Lo que no cambia es el calor, nos castigo con 
ganas


En El Niño de Mula, es lo único que nos entro
en el estomago


La primera etapa  del camino, ¡conseguida!
"9:15 pm"


Todavía entero, hay que cenar, así que
a la ducha


Aunque parezca que no, en las piernas 
120 km, el estomago sigue cerrado



La segunda etapa está por empezar,
primera parada un taller para solventar 
las deficiencias de nuestras monturas.
¡Sorpresa! 
Esto me suena y no poco


Una vez solventados los problemas,
decimos adiós a Caravaca.
¡Hasta la próxima! 
que por descontado, no será en Agosto


¡No a las pájaras!
Así que nos curamos en salud


Volvemos a ver como cambia el paisaje, de verde a marrón,
de fértil a desierto



Porque no hay mal que cien años dure y como todo 
se acaba, por fin llegamos a Murcia, noche cerrada,
un pequeño refrigerio y a continuar, nos quedan 
veinticinco km nocturnos, ¿que es eso?


Las verdaderas heroínas, nuestras monturas 


Y claro está, el motor que las empujo.


LA RUTACA:


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