Día 19, domingo:
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Juan - Hola Carlitos
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Carlitos - Hola, oye, ¿tú no estás para hacer unos cuantos Km más?
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Juan - Pues ahora que lo dices, no me importaría hacerme, por lo
menos, 100 km más.
Esta conversación, mantenida el día
siguiente a nuestra llegada a Alicante, entre Carlos Sol y un servidor, podía
ser la sinopsis que define el estado en
el que quedamos, tras culminar estas dos jornadas de pedales, comenzando en
tierras alicantinas, llegando a las murcianas y volviendo a las alicantinas,
saldándose con 236 km.
Y esto, de alguna manera,
demuestra lo que el cuerpo, llevado a extremos de exigencia física por encima
de lo habitual, puede llegar a superar. Como comento Luis, “Hasta que no realizas
algo así, no sabes lo que el cuerpo es capaz de hacer”.
1ª Etapa: Orihuela-Caravaca de la
Cruz. 17/Maz/2017
Salimos, con un poco de retraso,
cerca de las diez de la mañana, pensábamos salir antes de las nueve, bueno,
circunstancias. Nos juntamos con Luis en uno de los puentes que tiene esta
bonito pueblo de Orihuela, nos encontramos a 25 mts sobre el nivel del mar, y
sin más preámbulos comenzamos la ruta. Seguimos el cauce del rio Segura que, desde
este momento, seria nuestra guía en gran parte del camino.
Primera parada, Murcia, son los
primeros 25 km, Pza de las Flores, unas marineras regadas con unas cervezas y sentados
en una de las terrazas, que en esta plaza, se nos proponen para el disfrute,
nos hizo presagiar que el camino tenía “grandes posibilidades”.
Tras esta parada, casi obligada y
ya con nuestra credencial bien sellada, volvemos a la compañía de nuestro guía
y amigo, el rio Segura, ya junto a su cauce, continuamos camino. Km a km, alcanzamos
Molina del Segura, nuevamente sellamos nuestra credencial,
Ya 48 km de nuestra salida, a continuación
Alguazas a 53 km, como no, también sellamos nuestra credencial, en este punto,
146 mts sobre el nivel del mar, la pendiente se hace más patente, seguimos, a
los 66 km nos encontramos Campos del Rio.
Haciendo balance y calculando
horarios y distancias, desechamos nuestra primera intención de comer en el Niño
de Mula, las horas pasan y no podemos permitirnos el lujo de no reponer
fuerzas, por lo que al alcanzar Albudeite, a 72 km, y tras pedir consejo a unos
jóvenes de la localidad, nos recomiendan bajar a lo más bajo del pueblo y comer
en un determinado bar. Tras encontrar lugar propicio, nos dejamos agasajar, así
degustamos un menú que nos hizo recuperarnos de las fatigas del camino. El
trato, muy bueno, celeridad y simpatía. Tras comer, desandar lo desviado supuso
un pequeño hándicap, cuesta, cuesta y más cuesta, hasta recobrar nuestro camino.
Seguimos
ascendiendo por pistas del antiguo trazado ferroviario que unía Murcia con
Caravaca de la Cruz, en el km 84, nos encontramos Mula, tras sellarnos la
credencial, tal y como mandan los cánones del peregrino, seguimos camino, km
88.
El Niño de Mula, ésta parada, tan
deseada como obligatoria, la dejamos
para la vuelta. El paisaje va cambiando, parajes casi desérticos, dan paso a bosques de pinos.
Paramos casi olvidados a verdaderos vergeles.
Los túneles en la vía, otro
aliciente, aunque no iluminados, por su longitud, no presentan ningún problema,
barro, casi todos embarrados, las lluvias de los días anteriores, hace que la
montaña, poco a poco vaya perdiendo el agua absorbida. Un poco de barro no nos
molesta.
Bullas, km 103, sin previo aviso,
rompe nuestra tranquilidad, una barrera que nos eleva a 714 metros sobre el nivel del mar y que nos
saca, durante unos km de la comodidad de la pista de tierra por la que
transitábamos y que recuperamos más adelante. Unos km de asfalto, tampoco nos
bien mal. No nos amedranta, la pasamos sin dificultad. Pero el día avanza,
quedan pocas horas de sol y nos quedan algunos km que recorrer. Montamos las
luces y continuamos camino. Km 117, Cehegin, buenas sensaciones.
Ya oscurecido, noche cerrada, aparece
Carava de la Cruz en la lejanía, un espectáculo de luz. A la derecha el
castillo-iglesia templario, totalmente iluminado, dominando la población y a la
izquierda, en el cerro, una gran cruz iluminada, nos guía y conduce, cual faro
en el mar, en esta, casi terminada, etapa.
Por fin Caravaca de la Cruz, km
124 desde que salimos esta mañana. Hace frio, estamos a 679 mts sobre el nivel
del mar. Dormiremos en la hospedería Monasterio del Carmen. Una vez acomodadas
nuestras monturas, un deseada y merecida ducha y como no, una bien ganada cena,
en esta ocasión en el "El Casón de los Reyes", dan por
terminada por hoy, nuestra, pequeña gran, hazaña.
Con este ritual, ya común entre los "ALMORZADORES", nos dirigimos, sin más preámbulos, al monasterio del Carmen, donde una habitación confortable y una buena cama nos esperan.
Por hoy ya esta bien de nuevas y grandes sensaciones.
Besitos y abracitos para todos/as.