Nuestra aventura de hoy, comienza
en el aparcamiento que encontramos a la entrada de Sella. Hoy hemos alquilado
una furgoneta para tres valientes almorzadores, cómoda y amplia, donde nuestras
monturas se han alojado a la perfección.
Comenzamos la ruta, con una
humedad brutal que parece precipitarse sobre nosotros, como una ligera lluvia.
Estamos preparados, las chaquetas que casi estrenamos, nos mantienen secos y
protegidos del exterior, bien, parece que acertamos.
Las cumbres de la peña, por
encima de los 1.000 mts de altitud, estamos en la Sierra de Aitana, ocultas
tras una densa niebla, nos esperan, el ambiente es optimista, el paisaje
alucinante, la temperatura ideal para la práctica del ciclismo. Pedalada a
pedalada vamos cogiendo altura y conforme la ganamos, el paisaje va ganando en
belleza, color y olor. Para unos bikes como nosotros, no existe nada
comparable. La Marina Baixa en todo su esplendor.
Casi sin darnos cuenta, llegamos
a la Font de Partagat, aquí, la niebla, realza la belleza del paisaje. Tras
unas fotos “increíbles”, continuamos camino, ascenso, volvemos a estar por
encima de los 1.000 mts, Font de Salines, Els Pous de Neu, El Pla de Vidal, El
Moscon, Penyetes de L’Infern, Penya de Martines, Morro de la Molinera, Portet
de la Suca, Penyó Roc, nos acercamos al Pas de Comptador, una subida casi
imposible, revocada de cemento nos lleva a 972 mts de altitud. A partir de
aquí, bajar, bajar y bajar, y como no podía ser de otra manera nos acercamos al
final de la ruta de hoy. Llegamos a Sella. Casa de Maria, en el centro del
pueblo, “fetge” en salsa, “sang” con cebolla y una ensalada, dan paso a un arroz
de pollo y conejo, sin olvidar esos postres caseros, nos servirá como colofón a
un día “increíble”.
¿Cuándo la próxima?
Besitos y abracitos para
todos/as.
Poco puedo añadir para describir estas fotos,
¿No lo dicen todo?