En una ocasión alguien me dijo:
“Te repites más que el ajo”, en ese momento y en esa circunstancia, me hizo
pensar. Quizás tenía razón, pero hoy, pienso
que es tan fácil repetirse cuando recorres estos parajes.
Hoy no habría dado ni “un euro”
por la salida, las predicciones del tiempo, no era nada favorable para la
práctica de bicicleta de montaña. Se tenía previsto hacer “un veranito azul” y
rápidamente, volver a San Vicente y almorzar allí. Nada más lejos de lo
acontecido.
Un día gris, mucha humedad,
enmarañado, mortecino, en fin, un día en el que muchos se quedaron en casa,
perdiéndose una jornada de bicicleta “increíble”.
Subimos hasta Agost, de allí y
puesto que no llovía, seguimos camino, ¿subimos es estrecho? Ok y subimos,
llegamos al estrecho, “fotaca”. ¿Seguimos hasta Rabosa? Ok, y seguimos hasta la
Rabosa. ¡Sorpresa! El bar está abierto, ¡fiesta! y recompensa, hoy han
inaugurado, así que doble fiesta. Un almuerzo de reyes (sin reinas).
No nos conformamos con eso, ¿la
vuelta? Por el sendero que nos llevará hasta Rincón Bello.
Sendero duro, pero duro, muy
técnico, muy empinado; aquí, un patinazo de la rueda trasera junto a una rodera
profunda, dio con mis huesos en el suelo, “zasss” y un dolor increíble en la
parte posterior del muslo derecho, me hizo suponer lo peor. Quedo en el suelo,
el dolor va en aumento, en un momento pasan por mi cabeza todos los temores,
estamos muy lejos de casa, en pleno monte y las preguntas se suceden ¿podré
levantarme? ¿podré llegar a casa?. Vamos, vamos; llegan mis compañeros de ruta,
me levanto como puedo, parece que podré pedalear, ¡bien! No puedo estirar del
todo la pierna, por lo que bajo un poco el sillín, de esa manera puedo
pedalear. ¡Vamos que nos vamos! Seguimos camino. Al final conseguido, ya
estamos en Rincón Bello, lo peor ya está superado, ya falta menos. Al final
llegamos a casa, hielo y un antiinflamatorio. Veremos mañana, seguro que mejor.
Tengo una semana para recuperarme, cruzaré los dedos.
Resumiendo, de un veranito azul,
pasamos a una “rutaca” de narices que habrá que repetir.
Besitos y abracitos para
todos/as.
¿Como no nos vamos a repetir con estos parajes?
¡La Rabosa ha abierto!
¡¡Fiesta!!
¿Se puede pedir más?
La vuelta, ruta nueva, técnica, pero increible
El Rincón Bello, ¡superzona!
Y al final, encantados y satisfechos de una ruta, que aunque "repetida", no deja de divertirnos y asombrarnos.
LA RUTA
RABOSA POR ESTRECHO DE AGOST