¡Así es la vida!.
Carlos Bla y un servidor, hoy
salimos solos.
Pensando y pensando, llego a la
conclusión de que tenemos que cambiar de desodorante. Unos porque “NO PUEDO”
otros “LA FAENA .. “ y otros “NO
CONTESTAN”, el caso que un grupo de nueve elementos se queda en “Carlos Bla y
un servidor”. Pena penita pena, cantaba una de nuestras folclóricas, en paz
descanse. Pues este grupo da eso, pena; casi tanta como el paraje del Salt en
Jijona, el cual fuimos a visitar.
El camino, combina campo,
carretera, quizá en exceso y unos paisajes encantadores de la huerta jijonenca,
unas cuestas de las de verdad, pero cuando tras ese esfuerzo gratuito llega a
su fin, te encuentras un rincón …….. “JODER”, dejado de la mano del hombre o
mejor dicho, excesivamente maltratado por su mano. Sucio, el agua que manaba de
las paredes y alimentaba el follaje que las cubría, desviada, prácticamente a
desaparecido, nula, la cascada a quedado
en un hilo casi imperceptible, reconocible
solo por el murmullo, casi agónico, del agua al precipitarse por las grietas al
vacío.
Bueno, luego seguimos ascendiendo
hasta el mismo Jijona y por la carrera, como almas que lleva el diablo, al
Escorpión, donde teóricamente teníamos que vernos con los compañeros.
“Nuevo chasco”, solo Antonio
Gen., tuvo el gusto y las ganas de encontrarse con nosotros. Gracias Antonio
Gen.
Poco más que decir, buscaré un
nuevo desodorante para la próxima salida.
Queridos y queridas, besitos y
abrazos.
Ya llegamos, al final de esta cuesta se encuentra
nuestra primera decepción.
Así conocí este paraje, año atrás.
Una triste mesa es lo único que se ha conservado, junto a la
bajada a la poza.
Ya en el Escorpión, fuera penas.
El almuerzo rico, rico, como siempre.
Parte del grupo, los de "NO PUEDO", prefirieron otro
almuerzo.
Aquí, os muestro un pequeño video, grabado en
otra visita anterior.
La próxima salida, más, espero que con el nuevo
desodorante, mejor.
La ruta: