“POR
UN BESO DE LA FLACA .... “ reza la canción y vaya que nos exigió lo máximo; ¿lo
del beso?, bueno lo recibimos en forma de triunfo por haber acabado la ruta y
posterior agasajo en Alejandría, cervecitas, muchas y aperitivos típicos de las
regiones manchegas.
Y
para muestra un botón.
Cuando
llegamos a Maigmo, ya no nos quedaban piernas, menos mal que lo
peor
ya se había terminado. Así recibimos el primer beso de la tarde.
Bajadita hasta Agost y para San Vicente.
En Alejandría recibimos nuestro segundo beso.
Después de la quinta cervecita, ¡Y yo bolinga, bolinga, bolinga!
¡Ay mi flaca linda!, ¿Quién no quiere tener una flaca en su vida?
Besos y abrazos.
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