¿Onil?, he visto fotos, eso está
en los Pirineos, ¿no?. JAJAJA
Onil, ya teníamos ganas de rodar
por estos lares. Hoy, con Serxio, no dirigimos, en calidad de exploradores, a
esta localidad alicantina, paraíso ciclistas y senderistas.
Bajo el brazo, muchas
expectativas y una ruta ya trazada y cargada en el móvil y, para nuestra
decepción, “no apta para, por lo menos para un servidor, para lo que
esperábamos” “PRO 100 %”. Aquí comienza nuestra aventura, cuando el terreno empieza a empinarse, alcanzando
rampas imposibles, 20 % en tierra, y cuando bajas por sederos que superan la pendiente
por la que ascendiste. Llevamos 20 km escasos y más de dos horas de pedaleo,
combinado con marcha a pie, empujando nuestras monturas. Razones, más que suficientes, para tomar la decisión de cortar con ella y
regresar a Casa Tapena. El entorno “MARAVILLOSO” el verde nos rodea, bosque de
pinos, más nos recuerda a los Pirineos que a la montaña a la que estamos
acostumbrados a ver, ese monte alicantino, seco, esparto, piedras, aquí no
existe. A la llegada a Casa Tapena, he de confesar que un poco decepcionado y
apenado a la vez, no por el hecho de no haber podido acabar con la ruta
trazada, tengo que ser consciente de mis límites, Serxio, estoy seguro que la
habría terminado, desde estas líneas “gracias”.
Una vez en Casa Tapena, nos
encontramos con una gran cantidad de ciclistas, allí en el chiringuito ubicado
en la misma zona recreativa, el almuerzo, “rico, rico”. ¡Esto ya es otra cosa!,
ya sabéis que con el estoma vacío las cosas se ven de otra manera, las
dificultades encontradas en la ruta de hoy, se aceptan, se disculpan e incluso
se ven como algo normal en el camino y nos prometemos volver.
Nos ponemos en contacto con el
resto del grupo, claro está, los tenemos
a 30 minutos, en Xirau. Quedamos y
tomamos café con ellos. Esto sí que es un buen final para la ruta de hoy. Ahora
sí que las penas ya no son penas para convertirse en una gran aventura, que con nuestros compañeros.
Besitos y abracitos para todos/as.
¡Cuantos litros de cerveza saldrían de toda esta cebada!
En medio de la nada, ¡un lavadero!
En Casa Tapena, el chiringuito tope de animado
Mientras el resto del grupo, apenado por nuestra ausencia,
se consolaba a nuestra manera. JAJAJA
Hasta Karmele, esta empezando a comer como una
almorzadora. "Bien"
Al final todos juntos, "Ahí estamos"
LA RUTA:
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