Según el diccionario de la Real Academia
Española, ÉPICO, lo define como: Grandioso o fuera de lo común.
Por ende, la ruta de hoy, podemos
calificarla como épica; por su dureza, con una distancia, no muy grande, 56 km,
pero con una pendiente positiva de 1.257 mts, que en tan pocos km, os podéis
imaginar la dureza superada.
Primero subimos el 10 %, ya hacía
mucho que no lo recorríamos, nos trajo muchos recuerdos.
Luego, tras pasar por Xirau,
seguimos camino y nos plantamos en la subida al balcón de Alicante, duras
rampas que, gracias a nuestras e-bike, salvamos con holgura. Una vez allí y
tras disfrutar de las vistas que nos brinda de Alicante, nos dejamos caer hasta
la mitad, más o menos, de esta exigente subida y nos desviamos, ¡por fin tierra!,
por el camino que nos llevará al Coll de Xau.
Seguimos salvando pendientes muy,
pero que muy, exigentes, pero esta vez de tierra que, endurece, si cabe, más el
recorrido. Tras alcanzar este punto, viene la bajada, ya sabéis lo que se dice,
“todo lo que subes, luego lo bajas”
La bajada desde Xau, exigente,
muy técnica y en puntos, incluso peligrosa que puso a prueba nuestros frenos y como no, nuestra destreza
(alguna tenemos) ¡Cuidadin! ¡Cuidadin!
Llegamos al Estrecho de Agost; parada
obligatoria y contemplación de la belleza de la naturaleza. Seguimos camino y en
lugar de bajar por el camino establecido, decidimos aventurarnos por el sendero
que encontramos a la izquierda. ¡Podemos hacerle la cruz! Aunque lo terminamos
sin pena ni gloria.
Por fin la vía Verde de Maigmo,
tres túneles y llegamos a Xirau. Ahora sí, unos bocatas de lujo y a casita que
el calor aprieta.
Una ruta de esas que llaman “épica”,
a las cifras me remito.
La ruta de hoy.
Besitos y abracitos para todos/as.
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