Bueno, bueno. Hoy subimos a
Busot por tierra, nuestra intención era
llegar a Aguas, concretamente al Preventorio. Un día radiante y una brisa suave
hacía presagiar una súper-ruta. Nada más lejos de la realidad. Si, el día
siguió radiante, la temperatura, una delicia, pero la brisa se transformó en un
viento con rachas que superaban, en algunos momentos los 50 km., por hora. La
subida por el camino de tierra, salvo en lugares concretos, bien, pero cuando comenzamos la subida al puertecito
de Busot, el aire nos tiraba de la bicicleta. No recordaba yo un aire tan
intenso montando en bicicleta.
Menos mal que, en esta
ocasión, la sabiduría popular, nos ayudó
a corregir y ordenar nuestras intenciones, guiándonos por buen camino. Echamos
mano de nuestro refranero popular y …, ¡A grandes males, grandes remedios!,
dejamos Aguas para otro día y de ¡Busot al Escorpión!; que un almuerzo, a los que
estamos acostumbrados, vamos, un quita-penas, nos hizo mirar el día con otros
ojos.
Arriba en el puertecito de Busot, se hacia prácticamente imposible permanecer erguido, fieles a nuestra costumbre, fotos al canto y lucha contra los elementos.
¡Si, si!, ponerse el paravientos? inposible.
Quien la persigue la consigue, por fin y con un poco de ayuda paravientos puesto.
No estamos en el Oeste americano, estamos en las inmediaciones de
Campello.
Una vez en el Escorpión se olvidaran las penas del camino.
Hoy nos acompaño Juan Manuel, el que esperamos sea un
nuevo miembro del grupo.
¡Bien venido!
Se le ven buenas maneras, bebió y comió sin rechistar, en estas es donde
el poder de sacrificio, un tanto a su favor.
También nos tentó la posibilidad de que hacernos con un
buen premio. El borracho y el galán.
Como ya sabéis, ni borracho, ni galán. nuestra suerte es otra.
Hasta la próxima semana.
Besos y abrazos para todos/as.
GENIAL.
ResponderEliminar