Las nueve, salimos dirección al
10 %, en mis fueros internos algo me dice que tengo que ser precavido. No puedo
buscar una ruta complicada, mis compañeros de ruta no están lo que se dice bien
equipados para ver en la oscuridad. ¡O eso creía yo¡
Al final caigo en la trampa, el
ritmo se incrementa en exceso y la falta de km., hace mella en mis piernas. Es
la tercera salida desde el parón forzado desde Octubre y ¡Joder! Se nota un
montón. Como premio de consolación, la rodilla no falla, son mis pulmones los que me necesitan una mayor cantidad de
oxígeno para poder llevar esta marcha. Necesito mucho más fondo. Para colmo, me
sacan ventaja en todos los campos, en el peso, pesan la mitad que yo y en años,
¡Madre mía!, les saco más de veinte años. El minero, cede en la ascensión. Por
fin llegamos al km 22 de la ruta verde, se acabó el sufrimiento, ahora solo
falta decidir donde cenamos hoy. Nos abrigamos un poco pues se nota la altura y
nos dejamos caer dirección San Vicente, por Agost. Son las doce y todavía
estamos dejando atrás esta población. San Vicente, por fin. Es lunes y todo
está cerrado, es casi la una; un bareto nos sirve unas cervezas y ¡Jamón de
mono!, sabe a gloria, repetimos otra ronda y con el cuerpo cansado y el alma
alegre nos encaminamos a casa. Ducha y a dormir. Casi las dos de la mañana,
Miha tiene que levantarse a las cuatro, lo siento, yo a las seis, por lo que
tengo un poco más de margen. Seguro que mañana esteré muy tocado, pero
contento.
Una experiencia rica, rica.
Besitos y abracitos para
todos/as.
Comienzo, pinchado claro esta.
El Sol comienza a ponerse....
Comienza puerto
Por fin arriba.
Desde aquí todo para abajo.
El premio, ¡que sed!
Bueno, todo suma, una mas y me dieron para el pelo, si Sr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario