Hoy los “almorzadores”, han
preferido quedase en casa. Las nueve y solo tres nos hemos presentado. Estaba
previsto subir a las antenas y bajar por el nevero. Bueno, pues vamos por ello,
y así lo hicimos.
10 %, Xirau, triste al mirar a
nuestra derecha y ver todo cerrado, acostumbrados a ver gran cantidad de
ciclistas almorzando en esa terraza, al sol. Bueno, esta pandemia, nos está
acostumbrando a renunciar a muchas cosas, de las que, hace algunos meses, ni
podríamos, ni en los sueños más fantásticos, prever que pudiera suceder, claro
está, fuera de las pantallas del cine.
Bueno, como iba contando,
llegamos a Xirau, mucha gente en el aparcamiento, senderistas y algún ciclista.
Emilio, decide darse la vuelta. Antes, y lo resalto porque me arrepentí, no una,
sino en varias ocasiones, “Emilio me ofrece dejarme la e-biker y esperarnos a
dar la vuelta” ¿Por qué dije que no?,
pues no lo sé, el caso es que Carles y un servidor, comenzamos la subida a las
antenas. Primer km, bien, segundo, las piernas empieza a flojear, bajo ritmo e
invito a Carles a que suba por el camino que lleva al balcón y se desvíe por el
de la menta para encontrarnos en la balsa, donde se abastecen de agua en
posibles incendios. Él llega primero, como no podía ser de otra manera. Paro,
tomo aire y aquí comienza mi “calvario”, quedan pocas curvas, pero el gps, en
algunos momentos marca una pendiente del 27 %, ¿será verdad?, he de parar en
una ocasión más, y aquí es cuando subo por “huevos” y no por fuerza, ¡No hay
mal que cien años dure! Llego a las antenas. En este punto no sé si estoy
contento o no, lo que si sé es que estoy, bueno, no sé cómo estoy. Me tomo un
gel y entre la foto de rigor y abrigarme, parece que empiezo a ser yo de nuevo.
Todavía queda un repecho más,
para mi impracticable, a partir de aquí, diversión, bajada de tierra, hielo,
barro, mucho barro, algo de nieve, poca y por fin la carretera, bajada
vertiginosa, y a casa ¡¡SIN ALMORZAR!!, como no pase esto pronto, “podríamos morir
de inanición”, no sé si lo resistiremos.
Bueno, espero que el relato de la
salida de hoy os gustara. Nos vemos.
Mucho ánimo y, por favor,
cuidaros mucho, no levantéis la guardia, esta vicho no respeta a nadie, ni por
edad, ni por estado de forma.
Ya en las Antenas, tomo aire
Los últimos resquicios de la gran nevada
El Nevero, tan espectacular como siempre
Y una vez terminada la ruta, un poquito de agua
y como nueva.
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