“Hoy hemos ido a TORREMANZANAS”
nada que ver con las perspectivas que tenía para hoy, ¡BIEN!, 😍 después de
hablar anoche con Carles y comentarme su lesión de espalda y con los
pronósticos del tiempo para hoy, me veía subiendo por carretera hasta el puerto
de Tibi y bajando por Jijona.
¡NADA QUE VER!, ✨Carles totalmente
recuperado, en la óptica a las 8:00 am, nos vamos a Torremanzanas?, ¡SIIIII!, y
así lo hicimos. Somos dos y claro, con poco nos ponemos de acuerdo, JAJAJA.
Pero hoy introducimos una nueva
variante, cuando pasamos por el peaje de la autovía, después de pasar el Bony e
iniciamos la bajada al barranco del Vergeret, en lugar de subir y continuarlo
por el camino que transcurre paralelo a este, nos introducimos en él.
¡INCREIBLE!, ¿cómo, con las veces que hemos pasado por este punto, no se nos
ocurrió elegir esta variante?
Lo disfrutamos; senderos súper
divertidos y técnicos, en donde encontramos, grava, arena, subidas y bajadas y
lo más sorprendente, en casi todo el recorrido, “seco” pues esperábamos
encontrar barro, no fue así.
Nos gustó tanto que, a partir de
ahora, este será nuestro camino, cada vez que circulemos por estos lares.
Bueno, tras salir del “Barranc”,
seguimos camino, ahora el de siempre, subimos y subimos, nos desviamos un
momento para hacernos una foto en la fuente, que tan buenos recuerdos me trae y
seguimos subiendo. Hace frío, por lo que nos abrigamos antes de iniciar el
descenso que nos llevará a Torremanzanas. “La Prorroquia”, hoy almorzamos
dentro, puesto que fuera hace demasiado frio. “Ternera con ajetes”, “patatas
fritas”, “huevos fritos”, todo regadito con cervecita (00 tostada) luego los
cafés y para celebrarlo y entrar en calor, unos chupitos de Jack. Tras pagar,
nos disponemos a regresar, ¡mirar el
cielo! Nos dice Juan, (de la Parroquia), bueno, no era negro, era “negrísimo”,
las primeras gotas nos alcanzan, sin haber salido del pueblo. A partir de aquí,
lluvia, lluvia y más lluvia. Nosotros, como grandes y viejos “almorzadores”, no
nos amedrentamos y seguimos subiendo, culminamos, el agua moja nuestra ropa y
bajo ella, pero seguimos subiendo, no hay dolor, (que peliculero, JAJAJA) o
casi. Al final culminamos y nos dejamos caer. Cuesta abajo y sigue la lluvia, llegamos
a la carretera de Busot a Jijona, la lluvia cesa, así que, desde allí a casa,
la ropa seca, “o casi”, por lo que nos hicimos unas “horchatas” para
celebrarlo.
Increíble pero cierto. De un
“día” a un “súper-día” y de una “rutita” a una “rutaca”.
Así es la vida, nunca sabes lo
que te espera cuando subes a tu E-BIKER.
Años atrás, esta era una parada obligatoria.
¡Que recuerdos!
Estas viandas resucitan al Baker más agotado
Una vez en Sanvi, una buen horchata para culminar un
día fuera de serie.
Una buena suma de km
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