Hoy, como habíamos quedado, teníamos
la idea de hacer un Santapola, pero, como esperábamos, no todo el grupo estaba
de acuerdo en hacer esta bonita ruta. Grupo abierto, tolerante, no amigo de
disputas de poder y mucho menos de poner, a parte del grupo, en una encrucijada
o aprieto.
La ruta, preciosa, como siempre, día
espléndido, paisajes de urbanos primero, agrícolas después, tecnológicos cuando
pasamos por el aeropuerto, para después volver a la mas viva naturaleza,
senderos cuidados y marcados entre los pinos y por fin, el cabo, tras una larga
recta, nos saluda, lo dejamos a un lado y seguimos hasta el acantilado, aquí descubrimos otra monstruosidad.
Están construyendo una pasarela en el filo del acantilado. Hierro en estado
puro, nada que disimular; un pegote de hierro galvanizado, para que ese sol que
alumbra este paisaje maravilloso, te deslumbre con un destello de horror.
Porque será que todo lo cagamos?,
pronto, me imagino que se podrá pasar con el coche hasta el mismo acantilado y
podremos pegar un p……… a la luz de la luna, luego tiraremos el c…….., para que
cuando vayan los demás usuarios de este paraje se encuentren, además de las
bolsas de las hamburguesas y sabe Dios cuanta mierda más, los restos de ese frenesí
nocturno.
Joder, “Pero siempre nos quedara……….
la pasarela”.
Bonita ruta, pero ¿Hasta cuando?
Quisimos inmortalizar la horrible obra que terminara siendo
una pasarela y no Cibeles precisamente.
El faro, me imagino, estará alucinando
No lo podíamos creer.
Así que corrimos a escondernos en La Picaeta de Manolo,
un "QUITA PENAS"
Y es que una cervecita fresquita, te recupera de cualquier
visión espeluznante.
Brindamos por que se la lleve el viento.
Luego vienen otros problemas, ¿cuanto me toca de bollo?
Trabajo duro y delicado que Luis domina a las mil maravillas.
Al final unos cuantos kilómetros, pero satisfecho por el
trabajo efectuado.
La semana que viene más y mejor.
Besos y abrazos para todos/as.
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