Seguimos en la racha de hacer
grandes rutas, “RUTACAS”. Rutas de más de 1.000 mts de pendiente positiva (hoy
casi los 1.500 mts) y con una cuota de km, nada desdeñosa. (Hoy han sido 90 km)
Hoy, ante la ausencia de Carles,
Serxio y un servidor, nos propusimos hacer una ruta épica. Subimos por el
Estrecho de Agost, hasta la Rabosa, donde almorzamos con reyes “sin reina”, de
allí, subimos al Palomaret, donde encontramos un “maestro”; un maestro del
parapente, el cual nos contó, además de su trayectoria de más de 32 años en
esta disciplina del parapente, los secretos que encierra, así como la historia,
vivida en primera persona, de toda la evolución que ha sufrido este “increíble”
deporte.
Una vez, “hinchados” con tanta
información e “embriagados” de ganas por probar en el mismo, nos dejamos caer,
nuevamente, hasta el estrecho de Agost, bordeamos esta población y por el
camino real de Agost, subimos hasta la Marchosa, no contentos con esto, pasamos
al Sabinar y de ahí hasta San Juan, donde unas “cervicitas” (Estrella de
Galicia), ricas, ricas, dieron por finalizado nuestro periplo por hoy.
Como resumen, destacaríamos la
gran fortaleza de Serxio, que con su montura todavía “mecánica”, cubrió esta
ruta sin más dificultad.
Tras tomar este refrigerio, dejo
a Serxio en su pueblo y continuo camino hasta el mío, por hoy está, pero que
muy bien.
¡Mala costumbre estamos
cogiendo!, pero estas “rutacas”, enganchan y, como no, son las que haces
afición.
Besitos y abracitos para
todos/as.
El Estrecho de Agost, ¡sin palabras!
¿Y que puedo decir de este paraje de nuestra geografía?
¡¡Increíble!!
Hasta el día fue increíble, Sol, Sol, Sol
Esto da vida. Bueno, el menú de la Rabosa
también
El Palomaret, ¡sin palabras!
Y el "maestro", sabiduría que da la experiencia
Y como no, el "algodón" que no miente
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